¡A moverse caminando o en bici!
Aprovechando la “Semana de la Movilidad Sustentable”, que se celebra en la Ciudad de Buenos Aires entre el 16 y el 22 de septiembre, es el momento óptimo para dejar los autos, motos o cualquier otro vehículo propulsado a combustión estacionados, y emprender la marcha a pie o pedaleando. Pero no es la única fecha en la que en MATER Sustentable ofrecemos circuitos para recorrer los barrios más tradicionales de la ciudad o disfrutar los canales del Tigre en kayak de esta manera. Los 365 días brindamos opciones sostenibles en nuestros circuitos.
Minimizar la huella de carbono es un objetivo que todos aquellos que amamos el planeta y respetamos la naturaleza debemos trazarnos para cada una de nuestras actividades. Entre ellas, las turísticas, claro. En el año 2004, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó mediante la Ley Número 1.499 esta propuesta de siete días denominada “Semana de la Movilidad Sustentable”, para que todos tomemos conciencia. Así, junto con la Secretaría de Transporte, se promocionan e incentivan diferentes actividades amigables con el ambiente: continuar promoviendo el uso de la bicicleta entre alumnos primarios y universitarios así como empleados de empresas, incentivar un uso racional del automóvil y aprender las buenas prácticas relacionadas con la seguridad vial.
En el denominado Turismo de Cercanía, ¡qué mejor entonces que conocer los recovecos de la ciudad de manera sostenible! En lugares tradicionales como los barrios de la zona norte porteña, entre los que se destacan Recoleta, Barrio Parque, Palermo y su bello Rosedal, y también los del sur, como La Boca y su famosa calle “Caminito”, Puerto Madero y la Reserva Ecológica, terminando el paseo en Plaza de Mayo, para encontrarnos con la historia misma y admirar la Casa Rosada y el Cabildo, entre otros edificios emblemáticos.
A pocos kilómetros de la gran metrópoli, Tigre recibe al visitante con su encanto natural, sus innumerables canales, sus productos artesanales en donde el mimbre es el más popular, sus lanchas colectivas y un sinfín de embarcaciones chicas, botes y kayaks. Este último, “familiar” directo de la piragua, es el medio ideal para adentrarse en el delta y dejarse sorprender de una manera distinta por sus islas, su biodiversidad y un estilo de vida tan singular que dejan al visitante boquiabierto.