“El turismo híper local y de proximidad va a tener su auge post Covid-19. Al verse imposibilitados de viajar a destinos internacionales, los viajeros se subirán a su auto para alejarse de las urbes. Y los lugares al aire libre serán los elegidos, porque son seguros en términos de higiene y, con el debido distanciamiento social, se pueden disfrutar sin riesgo”, destacan Agustina Prono, Andrea Epifanio y Agustina Gross, del equipo de operaciones de MATER Sustentable. Y agregan: “El viajero evitará los espacios cerrados y las actividades masivas en zonas urbanos perderán popularidad. Por eso el turismo rural ganará mucho más espacio. El turismo de cercanía tiene una gran oportunidad por delante. Y es el momento de demostrarlo, porque es sostenible, genera pertenencia y compromiso por parte de su población, promueve e incentiva las acciones que fomentan la identidad, crea fuentes de empleo, impulsa recursos genuinos y favorece el arraigo de sus habitantes”.
San Pedro reúne de sobra todas esas características y, como broche de oro, ofrece un atardecer incomparable, con el destello de los rayos de un sol anaranjado que se va escondiendo y que se reflejan sobre las aguas del río Paraná, generando una postal inolvidable que el visitante guardará por siempre en su corazón.