Un paraíso natural a orillas del Paraná

Cuando uno piensa en verde, barrancas y río, la primera opción que se le viene a la cabeza es San Pedro. Un destino cercano y bendecido por la naturaleza, con increíbles paisajes para enmarcar en un cuadro, un ambiente tranquilo y campestre, que invita a relajarse y, a la vez, alejarse del bullicio de las grandes ciudades.

Caminar por sus amplias veredas o desandar en bicicleta las calles del casco histórico, recorrer la costa con el susurrar del agua como la mejor música para los oídos, disfrutar de las magníficas puestas del sol, avistar su variada fauna local, descubrir sus establecimientos productores de naranjas y dejarse empalagar por los dulces aromas de sus tilos y jazmines son algunas de las experiencias únicas que ofrece San Pedro, a tan sólo 164 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y a 140 de Rosario.

El visitante también puede disfrutar de sus alojamientos rurales, visitar el Parque Histórico Natural Vuelta de Obligado, comprar artesanías locales y participar de sus tradicionales celebraciones, como La Fiesta Nacional de La Ensaimada (que se realiza el fin de semana largo del 17 de agosto), La Fiesta de las Colectividades (fin de semana largo de octubre en el que se conmemora el “Respeto a la Diversidad Cultural”) o el famoso Festival de Música Country (último fin de semana de septiembre).

Reserva Natural

“El turismo híper local y de proximidad va a tener su auge post Covid-19. Al verse imposibilitados de viajar a destinos internacionales, los viajeros se subirán a su auto para alejarse de las urbes. Y los lugares al aire libre serán los elegidos, porque son seguros en términos de higiene y, con el debido distanciamiento social, se pueden disfrutar sin riesgo”, destacan Agustina Prono, Andrea Epifanio y Agustina Gross, del equipo de operaciones de MATER Sustentable. Y agregan: “El viajero evitará los espacios cerrados y las actividades masivas en zonas urbanos perderán popularidad. Por eso el turismo rural ganará mucho más espacio. El turismo de cercanía tiene una gran oportunidad por delante. Y es el momento de demostrarlo, porque es sostenible, genera pertenencia y compromiso por parte de su población, promueve e incentiva las acciones que fomentan la identidad, crea fuentes de empleo, impulsa recursos genuinos y favorece el arraigo de sus habitantes”.

San Pedro reúne de sobra todas esas características y, como broche de oro, ofrece un atardecer incomparable, con el destello de los rayos de un sol anaranjado que se va escondiendo y que se reflejan sobre las aguas del río Paraná, generando una postal inolvidable que el visitante guardará por siempre en su corazón.

Es hora de disfrutar de un entorno natural

¡Bienvenido a San Pedro! Un lugar que te recibe con los brazos abiertos para conectar con la naturaleza, disfrutar del río, admirar la flora y fauna, leer ese libro tan postergado, hacer yoga o simplemente reconectar con los sentidos, con la familia o los amigos. Hablamos con el propietario de Vistaalrío, Marcelo Iparraguirre para conocer más sobre su casa de campo.

Fotos: Marcelo Iparraguirre