Sustentabilidad en turismo, un negocio rentable
El Amazonas se quema, el plástico inunda los océanos, Julio fue el mes más cálido desde que se tienen registros en el Planeta. El consumo consciente es, ahora más que nunca, una necesidad. Las personas están respondiendo y algunos mercados también. ¿Es la sustentabilidad en el turismo un negocio real? ¿Existe potencial Y, realmente, ¿qué es, de qué estamos hablando?.
Primero que todo, ¿qué es turismo sostenible? La Organización Mundial del Turismo la define como:
“El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.
Resume también en tres puntos claves los pilares de este turismo:
Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural.
Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes, unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.
De acuerdo con la FAO, el ecoturismo se caracteriza por un viaje responsable a las áreas naturales que promueve la conservación del medio ambiente.
Casi la mitad de los viajeros encuestados por Booking en 2018, revelan que las condiciones sociales y ambientales del posible destino son de alta importancia para elegir su posible destino. Así mismo más de la mitad de los encuestados deciden no ir a un destino si sienten que afectarán negativamente a quienes viven allí.
En segundo lugar, ¿es negocio la sustentabilidad en turismo?
Para empezar veamos los resultados, según la FAO, es uno de los segmentos de turismo que crece más rápido en todo el mundo y lo hace a un ritmo de más del 20 por ciento anual — dos o tres veces más rápido que la industria turística en general. En la actualidad de acuerdo con Meleddu y Pulina (2016), este segmento representa más del 7% de la demanda turística global y mueve casi 108 billones de euros anualmente.
El promedio de estancia del turista europeo que visita ecodestinos como Costa Rica, es de 15,6 noches y su gasto promedio en el 2016 fue de 1.190 euros por estancia, esto significa un gasto diario de 76,28 euros. Un turista norteamericano gasta alrededor de 1.017 euros durante una estancia promedio de 9,8 noches, lo que representa un gasto diario de 104 euros por día.
Además de los resultados y el potencial económico de este turismo, tenemos que pensar en nuestro ecosistema. América Latina con toda su riqueza natural, tiene en ella la principal fuente de atracción para el turismo. Es por esto que es fundamental invertir en sustentabilidad para preservar el negocio, y nuestro hogar.
“Hoy en día nos enfrentamos a un turista que investiga, que tienen una conciencia ambiental y que tiene el poder de hacer que las empresas de turismo tengan que tomar decisiones para cambiar la manera en la que hacen las cosas por una más sostenible. Si no se enfrentarán a que el consumidor busque una alternativa que si llene sus expectativas.” Emilio Uribe, Business Development Director, Selina
Un mercado con resultados hoy y potencial mañana.
La encuesta sobre viajes sostenibles desarrollada por Booking, revela que el 42% de los encuestados dijeron que se consideran viajeros sostenibles, llegando a un 72% entre los encuestados chinos y cayendo al 25% entre los japoneses. El 68% confirmó que tendrían más probabilidades de elegir el alojamiento si supiesen que era ecológico.
En cuanto a las generaciones más jóvenes según CREST, el 73% de los — Millennials y Generation Z — son más propensos a pagar más por la sostenibilidad, en comparación con el 51% de los Baby Boomers.
Para Global Wellness Institute, el crecimiento del turismo de bienestar, en donde se incluyen los viajes sustentables, se proyecta el doble que el del turismo en general, alcanzando los $919 billones de dólares en 2022. En la actualidad las ventas de este tipo de turismo ascienden a $639 y en América Latina y el Caribe la cifra llega a 34 billones de dólares y se estima un crecimiento de 9.5% para el período 2017–2022 en la región.
Destacados de la región:
- Cantidad de viajes de bienestar: 59.1 millones (12.4% de crecimiento en el período 2015–2017)
- Ingresos relacionadas al turismo de bienestar: USD$34.8 billones (7.0% de crecimiento en el período 2015–2017)
- Proyección de crecimiento en ventas (2017–2022): 9.5%
- Promedio de inversión por viaje: USD$1,067 por viajero internacional recibido (31% premium); USD$380 por viajero doméstico (26% premium)
- Trabajos Directos: 1.4 millones
Pero, ¿quién es el turista sustentable?
Lindberg en (1991) ya proporcionaba una tipología sobre los tipos de ecoturismo, que aún se considera vigente:
01. El “Hard-Core”:
Investigadores científicos o miembros de viajes diseñados específicamente para la educación, restauración ambiental, o propósitos similares. Dentro de las actividades más comunes se encuentran: el montañismo, espeleología o el submarinismo.
02. El dedicado:
Personas que hacen viajes específicamente para ver áreas protegidas y que quieren entender la historia natural y cultural local. Dentro de las actividades más comunes se encuentran: la observación de aves, tours en bicicleta, senderismo o kayak.
03. El convencional:
Las personas que visitan la Amazonía, el parque de gorilas de Ruanda, u otros destinos de este tipo sobre todo para tomar un viaje inusual. Dentro de las actividades más comunes se encuentran: senderismo, kayak, canoping u observación de animales.
04. El casual:
Personas que participan de la naturaleza por casualidad, como por un viaje de un día durante unas vacaciones. Dentro de las actividades más comunes se encuentran: senderismo o paseo a caballo
El Instituto de Turismo Responsable (RTI) es una ONG internacional sin ánimo de lucro, en forma de asociación, que promueve, desde hace más de 20 años, el turismo responsable a nivel internacional, ayudando a todos los actores implicados en el sector turístico a desarrollar una nueva forma de viajar y de conocer nuestro Planeta. En su Manifiesto del Turista Responsable propone a los turistas:
- Planificar su viaje.
- Consumir productos y servicios locales.
- Aprender nuevas costumbres.
- Proteger los ecosistemas.
- Respetar la diversidad.
- Minimizar el impacto.
- Favorecer la sostenibilidad del patrimonio.
- Fomentar el consumo de servicios y experiencias que realicen investigación, desarrollo e innovación.
- Fomentar el trabajo justo.
- Compartir buenas prácticas.
Y, ¿hacia dónde vamos?
Los destinos y todos los actores del trade, deben poner en marcha iniciativas y políticas públicas y privadas, para promover un consumo consciente y responsable.
“Esta toma de conciencia dará como resultado un nuevo paradigma superador post sustentabilidad el cual no solo incluirá los conceptos actuales como resiliencia, armonía con el ambiente, fortalecimiento del desarrollo local, el cumplimento en sí de los 17 objetivos de desarrollo sostenibles (ODS) sino que propondrá nuevos esquemas de trabajos y objetivos de desarrollo integral.” Hervé y Virginia Landetcheverry – Fundadores y Directores de Mater Sustentable.
En el 2018 Airbnb lanzó la Oficina de Turismo Sostenible, una iniciativa desarrollada para impulsar el turismo local, auténtico y sustentable en ciudades y países en todo el mundo. De los 23 top destinos en el mundo identificados como referentes en la tendencia, en Argentina se identificó uno solo: San Martín de Los Andes.
Este año, Buenos Aires se unió a la red de observatorios de la Organización de Turismo Sostenible (INSTO) de la Organización Mundial del Turismo.
Recientemente, la Asociación de Amigos de la Patagonia, MADZEN, La Bioguía y ReforestArg lanzaron la campaña «Compensá tu huella», con esta iniciativa se busca que la comunidad turística apadrine la plantación de árboles nativos en la Patagonia, para de esta forma compensar la huella de carbono. Con la plantación de 100 árboles nativos, cada año se compensan 30 toneladas de CO2.
Para WRAP, organización para la acreditación mundial de producción responsable, se estima que la cantidad de desechos plásticos generados anualmente en el Reino Unido es de casi 5 millones de toneladas.
Booking.com estima que los millennials y los viajeros de la Generación Z buscarán experiencias sostenibles en sus elecciones de destino, mientras que los proveedores de alojamiento buscarán reducir su uso de plástico y aumentar sus credenciales sostenibles.
Según los informes de ambas entidades, un 86 por ciento de los viajeros globales le dijeron a la compañía de vacaciones que estarían dispuestos a pasar algún tiempo en actividades que compensen el impacto ambiental de su estadía, con más del 37 por ciento dispuesto a limpiar el plástico y la basura de una playa u otra atracción turística.
“Trabajamos en reducir lo máximo posible las emisiones de carbono, introduciendo el biocombustible y eliminando la utilización de plásticos de un solo uso y trabajando para una mejor utilización de los otros plásticos con la Universidad de Toronto.” Emilio Ciaschini, Air Canada.
Para garantizar una experiencia satisfactoria, se necesita mostrar una comunidad articulada y en movimiento alrededor del cuidado del medio ambiente y las condiciones de vida.
Para esto es recomendable tener en marcha programas constantes de:
- Recolección de basuras, capacitación en reciclaje y reutilización, buena señalización y acceso a contenedores para separación de residuos
- Sustitución de plásticos y programas de concientización
- Reforestación y restauración de fauna y flora autóctonos
- Cuidado del agua
- Producción local y artesanal
- Revalorización y fomento de la cultura local
- Gastronomía y alimentación saludable
- Economía circular y solidaria
“Comenzamos a entender el turismo desde otras dimensiones: la justicia social, la distribución justa de los ingresos del turismo como parte de esa justicia social o de esa justa distribución. También, entendemos que culturalmente es enriquecedor el turismo y que por lo tanto, los visitantes como los anfitriones se ven favorecidos con ese intercambio cultural.” Camila Ahumada Cáceres, Claudio Salvador y Eduardo Albornoz, de Travolution
Para seguir de cerca:
72% de la comunidad global considera que “es necesario actuar ahora y elegir opciones de viaje sustentables para resguardar la Tierra para las futuras generaciones”.
Fuente: Investigación de Booking. 2018.
También, que el 55% de la comunidad a nivel mundial indicó que este año piensa elegir opciones de turismo sustentable más seriamente que el año pasado, pero hay obstáculos como la falta de conocimiento y la escasez de opciones (o de opciones atractivas).
“Debemos apostar en la capacidad de conservar la diversidad y la productividad a lo largo del tiempo. Como consecuencia podemos generar más beneficios que costos, me refiero por ejemplo a poder ahorrar mediante la inclusión de fuentes de energías renovables. Porque aún estamos a tiempo de cambiar la mentalidad y ayudar a conservar el ecosistema para beneficiar a las siguientes generaciones.” Lisi Gammel, Responsable de la Oficina Nacional Alemana de Turismo en Argentina.
La Organización Mundial del Turismo, plantea que “El desarrollo sostenible del turismo exige la participación informada de todos los actores relevantes, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso. El logro de un turismo sostenible es un proceso continuo y requiere un seguimiento constante de sus incidencias, para introducir las medidas preventivas o correctivas que resulten necesarias.”
Es por esto que es importante que la infraestructura en destinos turísticos (y de todos los actores del trade) tenga en cuenta los siguientes aspectos:
- Manejo responsable de energía y utilización de energías limpias: diseñar espacios que desde su arquitectura, tengan una aislación térmica y aprovechamiento de luz natural adecuada para un uso eficiente de la energía. Así mismo que desde su concepción se fomente el uso de energía limpias y renovables, al menos parcialmente.
- Edificios inteligentes y sostenibles: mediante la utilización de técnicas y materiales sostenibles combinadas con tecnología, se desarrolle infraestructura sostenible.
- Tener un plan claro de reciclaje en ejecución.
- Fomentar y comercializar productos locales y artesanales.
- Fomentar las buenas prácticas de producción sostenible y promover la certificación adecuada.
- Reducción del consumo de plásticos: desde la sustitución de bolsas hasta las botellas.
- Revalorización y fomento de la cultura local
- Gastronomía y alimentación saludable
- Fomento de condiciones laborales justas y equitativas
- El turismo sostenible debe generar también un alto grado de satisfacción a los turistas y convertirse en una experiencia de vida, que los haga más conscientes y fomente en ellos buenas prácticas turísticas.
Viajar te hace mejor persona. Descubrir nuevas geografías y culturas, compartir con otros y salir de nuestra zona de confort nos desafía y nos amplía el conocimiento. Como casi todo lo que hacemos, nuestros viajes generan una huella de carbono que nos impacta, es imposible negarlo. Por esta razón es que desde Madzen apoyamos el programa Reforest-arg que busca la compensación de esa huella a través de la reinserción de bosques nativos que han sufrido incendios y convocamos a la industria del turismo a que se sume a la misión de contar como podemos seguir viajando compensando el impacto que generamos al hacerlo.
Constanza de la Cruz,
Directora de Madzen para LAB Travel